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Madrid rompe por sorpresa el acuerdo con el Govern para ampliar el parque de Cabrera.

Desde el Ejecutivo balear aseguran que todo estaba listo para la presentación y el Ministerio ha dado marcha atrás después de una reunión con senadores del PP, que lo niegan - El objetivo era incrementar la superficie marina en 80.000 hectáreas.

  1. Acuerdo cerrado y consensuado a nivel de técnicos con el Ministerio
    El Govern había alcanzado un acuerdo de ampliación de unas 80.000 hectáreas con los técnicos del Ministerio y con entidades ecologistas y pescadores. Todo estaba a punto para su presentación cuando Madrid rompe el acuerdo.
     
  2. Reunión de los senadores del PP de Balears con la ministra Tejerina
    En el Govern culpan al PP de Balears de que Madrid haya roto el acuerdo, tras una reunión de los senadores con la ministra. El PP lo niegan y asegura que la ministra Tejerina les comunicó que le parecía excesiva la ampliación.
     
  3. Un proyecto de prospecciones quedaría afectado por el nuevo parque
    Se da la casualidad de que la rotura del acuerdo por parte de Madrid coincide con el veto a paralizar las prospecciones. Desde el Govern aseguran que la ampliación del parque afectaría directamente a un proyecto de sondeos.
     
  4. De 10.021 hectáreas protegidas a 90.000 en el ámbito de Cabrera
    El acuerdo impulsado por el Govern consistía en ampliar el parque de Cabrera de las 10.021 hectáreas, de las cuales 8.703 son marinas, a las 90.000. Estudios científicos lo aconsejan a raíz de la gran biodiversidad que albergan.

El ministerio de Medio Ambiente ha roto el principio de acuerdo alcanzado con el Govern para la ampliación del parque nacional marítimo terrestre de Cabrera. El objetivo era incrementar la superficie marina del emblemático parque en 80.000 hectáreas y había acuerdo total, tanto con técnicos como con la dirección General de Medio Ambiente del Ministerio para realizar en las próximas semanas la presentación. Hay que tener en cuenta que, al tratarse de un parque nacional marítimo terrestre, necesita contar con el beneplácito de Madrid, pese a que la gestión está trasferida al Govern desde el año 2009.

Sin embargo, hace unos días el Ministerio comunicó su decisión de volverse atrás. Este anuncio de Madrid se produce tras una reunión de senadores del PP de Balears con la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. La indignación es la nota predominante en el Govern, que acusan al PP de las islas de paralizar un proyecto que estaba del todo consensuado a nivel técnico. Incluso había consenso total con pescadores y entidades ecologistas. "El acuerdo con el Ministerio solo estaba pendiente de que pasase por el Consell de Govern y por el Consejo de Ministros y fuese presentado ante el patronato del parque nacional", indicaron desde el Consolat de Mar.

Sin embargo, el Ministerio comunicó a la conselleria de Medio Ambiente que rompía el acuerdo, alegando que faltaban informes y que precisaba más consenso, indicaron fuentes del Ejecutivo autonómico.

El veto de Madrid a ampliar el parque de Cabrera se produjo a finales del pasado mes de junio, coincidiendo con una reunión que mantuvieron tres senadores del PP de Balears con la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. El senador por Mallorca Miquel Ramis, que participó en el encuentro con la ministra Tejerina, negó de forma rotunda que el PP de Balears pidiera al Ministerio que rompiera el acuerdo de ampliación de Cabrera. "Nosotros -aseguró Ramis- acudimos a la reunión con la ministra para informarnos de varios temas que afectan a Balears, entre ellos el de Cabrera. La ministra nos dijo de entrada que le parecía excesivo multiplicar por nueve la protección del parque y creía que era preciso consensuar y trabajar más el proyecto a nivel técnico. Nosotros le comunicamos que estábamos de acuerdo con su planteamiento, pero es una rotunda mentira que se paralizara el acuerdo a petición nuestra".

Ramis consideró fuera de lugar "pensar que tres senadores tengan la influencia de cambiar las decisiones de todo un Ministerio". "Lo que ocurre es que el Govern de izquierdas está muy mal y necesita seguir vendiendo que Madrid nos ataca", aseveró el senador.

Desde el Govern apuntan que existe otra coincidencia "sospechosa" que también ha influido en que el Ministerio frustrara el acuerdo alcanzado para aumentar la superficie marina del parque nacional de Cabrera. Fue el 23 de junio cuando el PP y Ciudadanos se unieron en el Congreso de los Diputados para tumbar una proposición de ley aprobada por el Parlament, con el voto a favor del PP de Balears, para declarar el Mediterráneo libre de prospecciones petrolíferas. Al menos un proyecto de sondeos de los que se están tramitando en Madrid quedaría paralizado si se amplia el parque de Cabrera, recuerdan desde el Consolat.

El incremento de la superficie de protección marítima en 80.000 hectáreas más supone un abanico de muchos kilómetros de protección. Por consiguiente, sería de todo impensable poder realizar sondeos sísmicos para buscar petróleo en las inmediaciones de todo un parque nacional marítimo terrestre como es el del archipiélago de Cabrera.

Pese a esta decisión del Ministerio de romper el acuerdo alcanzado con el Govern, el PP apoyó una propuesta de Oceana en el Senado para ampliar el parque de Cabrera. No obstante, desde el Govern indicaron que esta propuesta de Oceana es solo una intención de mínimos que no tiene nada que ver con el acuerdo del todo consensuado al que habían llegado la conselleria de Medio Ambiente con el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.

Desde el Ejecutivo autonómico aseguraron que, pese al veto de Madrid, piensan llevar la ampliación a aprobación por parte del Patronato del parque y explicar de forma clara en qué consistía el proyecto de ampliación.

Las cifras de la ampliación


La ambiciosa ampliación de Cabrera pasaba de las actuales 10.021 hectáreas protegidas, 8.703 de las cuales son marinas, hasta una superficie preservada de unas 90.000 hectáreas, ocho veces más. Entidades ecologistas como Oceana argumentan la necesidad de ampliar la protección en diez años de inmersiones en la zona con las que han podido documentar, gracias a los avances tecnológicos, una gran biodiversidad que consideran que se debe preservar.