Pobre posidonia

Todos los que tenemos una cierta edad y venimos buceando habitualmente desde hace años, hemos pasado de ver unas praderas de posidonia verdes y preciosas, como se suele ver en postales o por internet, a ver la realidad que tenemos hoy. En los dos últimos años nuestro Conseller de Medio Ambiente se ha propuesto salvar la posidonia pero llerga tarde y lo hace mal. Las depuradoras de nuestras islas están diseñadas para tratar las aguas residuales de una población muy inferior a la que tenemos actualmente. Los emisarios se construyeron mal y han tenido un duro matenimiento pero es mucho más fácil dar la culpa a lo que se ve sobre el agua, las embarcaciones de recreo. Nadie pone en duda que las anclas y sobretodo las cadenas de las embarcaciones de grandes esloras hacen un gran daño si no se fondea correctamente pero aunque se prohibe o se elimine totalmente el fondeo, la posidonia está tocada de muerte, almenos en poca profundidad. Este verano, en el mes de julio, durante muchos días superamos los 40º de temperatura. El agua del mar, evidentemente, también sufrió estos aumentos de temperatura y la posidonia que es tan sensible a estos cambios, está apareciendo muerta en la orilla del mar.

Hace años, que venimos diciendo que los temporales de octubre ponen de manifiesto todo lo que ha pasado durante el verano y, aunque este año no hayamos tenido fuertes temporales, podemos ver como la bahía de pollensa, como muchas otras, está cubierta de demasiados restos de posidonia muerta, des del puerto hasta Alcudia, metros y más metros cúbicos de posidonia muerta (ver foto).

No hay duda de que para todas las medidas que se tomen para frenar esta mortandad es necesaria la acción conjunta de todos los países ribereños del mediterráneo. El aumento de temperatura está destrozando al mar que conocemos. Los plásticos, la tubidez del agua, el exceso de sal junto a los emisarios de las desaladoras, etc. la están matando a gran velocidad. De momento nos estamos quedando sin nacras y la posidonia desgraciadamente le seguirá.

¿Qué podemos hacer? La mayoría de daños que se hacen al mar se hacen desde tierra tirándo toallitas, bastoncillos, plásticos, etc. a los inodoros y desagües. Un poco de aceite puede ocasionar desastres en una planta depuradora lo que provoca que sus emisarios resten muchísma luz al fondo marino lo que impide realizar la fotosíntesis correctamente a las plantas que se encuentran allí. 

Desgraciadamente, toda actividad humana produce calor. Para que tú puedas ver esto, se ha generado electricidad produciendo mucho calor. Los motores de los coches, a parte de lo que sacan por el tubo de escape, desprenden una enorme energía calorífica que entregan al aire que pasa por el radiador. De una manera inconsciente, siempre estamos calentando algo. 

Luego, nos extrañamos que hoy a finales de octubre, estemos disfrutando de temperaturas casi veraniegas. Nosotros tenemos medios para adaptarnos ya que nos podemos poner más o menos ropa pero nuestra posidonia, como muchos otros organismos marinos y terrestres, no tienen escapatoria, mueren irremediablemente al no tener una capacidad de adaptación tan elevada.

Solo nos queda actuar responsablemente como individuos y esperar que nuestros dirigentes trabajen diligentemente por lo que les pagamos.

Bernadí Alba, Presidente de AMPRR.